lunes, 10 de septiembre de 2007

“No hay peor tonto que el que no sabe que es tonto”.

La verdad no sé si el dicho es exactamente así…pero esta es la idea. Alguna vez escuché por ahí a un profesor que decía que es mejor ser tonto y saber que uno lo es, así uno toma las medidas necesarias al respecto optando por el silencio muchas veces, otras dando una opinión pero con la humildad que se merece. Pero, no hay nada peor que el que cree que es un experto sobre el tema y en verdad no sabe nada, diciendo cualquier estupidez con aires de grandeza y más encima ni siquiera sabe que es algo que no tiene sentido.

Cuantas veces nos ha pasado que creemos que somos muy buenos para algún juego, porque lo hemos jugado millones de veces y pensamos que no hay manera de que nuestro amigo que lo juega por primera vez sea mejor, nos creemos expertos en el tema (y de hecho lo invitamos a jugar para demostrarnos a nosotros mismos lo grande que somos), y sin embargo, nos sorprende, y resulta que es increíblemente bueno…por lo que preferimos consolarnos diciendo que fue sólo producto de “la suerte del principiante” y así seguir pensando que nosotros somos mejores, sin aceptar la realidad. Así como este caso, muchas veces se da que el “experto” en realidad no lo es y el que esta recién empezando a interiorizarse en el tema tiene mucho más que aportar.